Hoy, en clase, hemos leído un cuento que trata de un armadillo o quirquincho que le gustaba la música muchísimo. Le encantaba oír el croar de las ranas hasta el punto de saltarle las lágrimas de emoción.
Y las ranas se reían de él al verlo llorar. Pero al quirquincho no le ofendían esas risas: era tan noble y se entusiasmaba tanto con aquel sonido, que no entendía el insulto de las ranas.
Junto a él, un día, pasaron unos canarios en una jaula, cantando. Los siguió para que le enseñaran a cantar, hasta que se sintió muy cansado, paró y se volvió a su casa. En el camino de vuelta pasó junto a la choza de un hechicero. El armadillo le pidió al hechicero que le enseñara a cantar como los canarios. Y el hechicero aceptó, pero a cambio le dijo que le tenía que pagar con su vida. Al armadillo no le importó, porque cantar era su mayor deseo, aunque fuera después de muerto.
A la mañana siguiente el quirquincho cantaba con una voz maravillosa, asombrando a todas las ranas. Estas no sabían que el animalíto había dado su vida por conseguir lo que ellas ahora admiraban en él, su voz. Ahora el armadillo formaba parte de un charango.
-Lo que nos enseña:
Para conseguir aquello que deseamos no nos deben importar las dificultades que se opongan a nosotros.
-Opinión Personal:
Me ha parecido una historia muy tierna, porque el animal da lo más preciado que tiene, su vida, para conseguir lo más deseado que es cantar.
-Vocabulario:
Quirquincho: Mamífero, especie de armadillo, de cuyo caparazón se sirven los indios para hacer charangos.
Oruro: Municipio de Bolivia.
¡Qué bien, Elvira!
ResponderEliminarYo creo que tú, después de investigar un poco y descubrir la relación que hay entre las palabras "quirquincho" y "charango" habrás entendido muy bien por qué el pequeño animalito al final consiguió su sueño.
Me ha encantado el vídeo que has incrustado en la entrada. Es muy apropiado para comprender el final. Lo veremos en clase.