Día 24 de diciembre por la mañana, mi madre y yo íbamos cargadas de regalos para los mayores de la familia. Llovía muchísimo y llevábamos un solo paraguas. Llegamos a la calle Mesones. Se levantó mucho aire y no podíamos sujetar el paraguas porque llevábamos muchas bolsas. El aire lo volvió del revés y en el segundo intento de abrirlo mi madre se quedó con el bastón en la mano y la otra parte del paraguas salió volando. La calle llena de gente y mi madre y yo no podíamos parar de reír, los regalos cada vez más mojados y nosotras también.
!son cosas del directo! ajajjajjaj
ResponderEliminarmuy buena anecdota........un saludo Elvira
es muy graciosa elvira
ResponderEliminar¿Y a mí que me suena esa escena de alguna película? :-)
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo.- José Miguel
Una anécdota muy simpática y bien escrita, además de muy bien ilustrada (me gusta la ilustración que has elegido).
ResponderEliminar¡Me encanta! Debes seguir tomándote la vida así.En las situaciones más ridículas, hay que reírse de uno mismo,te puedo asegurar que todo va mejor.
ResponderEliminarCon respecto a la ilustración, es muy graciosa, pero creo que su final no va muy bien con el de tu historia, este hombre está un poquillo enfadado ¿no?